Miajadas se sitúa en el sur de la provincia de Cáceres, en el centro geográfico de Extremadura y a medio camino entre Trujillo y Mérida. Tierra de ricas y fértiles vegas dedicadas al cultivo del tomate, presenta un paisaje que pasa del verde al rojo en época de recolección.
Miajadas ha sabido poner en valor la riqueza de sus tierras, la importancia del agua que las riega y su estratégica ubicación geográfica. La unión de estos tres factores ha sido determinante para la consolidación de un núcleo urbano próspero con uno de los mayores espacios agroindustriales de nuestro país en el que se han establecido algunas de las más importantes multinacionales del sector del tomate. La afamada huerta de regadío de Miajadas produce un tomate de alta calidad y de incomparable sabor y aquí se elaboran zumos de tomate y de distintas variedades frutales, tomate frito y salsas que se exportan a los cinco continentes.
En 2017 se celebró por primera vez la Feria Agroalimentaria del Tomate, un evento que, a pesar de su poca tradición, se ha convertido en una verdadera fiesta gastronómica en la que se rinde homenaje a este producto con concursos en los que se premia al tomate de mayor peso, al más estético o al ejemplar más singular cosechado en la temporada.
Cada mes de julio se organiza este certamen con presencia de numerosos expositores, jornadas técnicas, degustación de productos, talleres gastronómicos, concursos y actuaciones en el marco de un evento que ofrece posibilidades tan exquisitas como la degustación de la tradicional sopa de tomate o el gazpacho, que forman parte del recetario más arraigado de esta tierra de agricultores.
El nombre de Miajadas siempre ha ido unido al del río Búrdalo, afluente del Guadiana que cruza su término municipal. La importancia del agua fue decisiva para que los primeros pobladores se estableciesen en esta zona en la época del Neolítico, como atestiguan dos dólmenes y varias construcciones funerarias en la ribera del Búrdalo. La historia de Miajadas nos recuerda también que el rey Felipe IV concedió a Miajadas la independencia de Medellín y le otorgó el título de villa gracias a las contribuciones que realizó en la Guerra de Restauración portuguesa.
En la actualidad pasear por las calles de Miajadas permite disfrutar de una población de servicios dinámica y próspera que mantiene como principal legado un rico pasado patrimonial como la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, la iglesia barroca de Nuestra Señora de Belén, el Palacio del Obispo Solís y la Casa Palacio de los Casillas-Tres Palacios. La adaptación de sus instalaciones ha permitido la transformación del Palacio del Obispo Solís, de mediados del siglo XVIII, es un espacio de creación y promoción cultural dentro de un edificio de tal belleza que en Barcelona se construyó una réplica a escala reducida de esta joya patrimonial.
Miajadas también es un destino ideal para practicar el turismo activo; conocida es su prueba para mountain-bike denominada Titán de Los Ríos, una carrera que ofrece más de 500 plazas y que discurre por senderos, pasos históricos y verdes paisajes salpicados de valles y cerros.
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